La deriva continental es el desplazamiento de las masas
continentales unas respecto a otras. Esta hipótesis fue desarrollada en 1912
por el alemán Alfred Wegener a partir de diversas observaciones empírico-racionales,
pero no fue hasta la década de los sesenta, con el desarrollo de la tectónica de placas, cuando pudo explicarse de manera adecuada el movimiento
de los continentes.
Según esta teoría, los
continentes de la Tierra habían estado unidos en algún momento en un único
‘supercontinente’ al que llamó Pangea. Más tarde Pangea se había escindido en
fragmentos que fueran alejándose lentamente de sus posiciones de partida hasta
alcanzar las que ahora ocupan. Al principio, pocos le creyeron.
Pruebas:
En esta imagen podemos apreciar las diferentes tipos de pruebas que encontró Wegener para apoyar su teoría.
Pruebas:
En esta imagen podemos apreciar las diferentes tipos de pruebas que encontró Wegener para apoyar su teoría.
Lo
que volvió aceptable esta idea fue un fenómeno llamado paleomagnetismo. Muchas
rocas adquieren en el momento de formarse una carga magnética cuya orientación
coincide con la que tenía el campo magnético terrestre en el momento de su
formación. A finales de la década de 1950 se logró medir este magnetismo
antiguo y muy débil (paleomagnetismo) con instrumentos muy sensibles; el
análisis de estas mediciones permitió determinar dónde se encontraban los
continentes cuando se formaron las rocas. Se demostró así que todos habían
estado unidos en algún momento.
Vamos a mostrar un vídeo explicativo de cómo se formó la Pangea y cómo se podría volver a formar en un futuro:
Vamos a mostrar un vídeo explicativo de cómo se formó la Pangea y cómo se podría volver a formar en un futuro:
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